Está situado en el centro de la comunidad autónoma de Extremadura asentándose sobre la meseta trujillano cacereña, una penillanura, situada entre la Sierra de San Pedro y la Sierra de Montánchez, de terrenos ondulados en la que predominan las dehesas de encinas y alcornoques. Se sabe de asentamientos poblacionales de hace miles de años pues en la cueva de Maltravieso, hoy dentro del casco urbano, se han encontrado restos arqueológicos del Paleolítico Superior. Cuando los romanos establecen aquí sus campamentos se encontraron con tribus de lusitanos y vettones a los que romanizaron y luego, Lucio Cornelio Balbo el año 25 antes de Cristo fundó la Colonia Norbensis Caesarina, incluida en la provincia de Lusitania. La colonia formó parte de la Vía de la Plata Iter ab Emérita Asturicam, el camino romano que unía las poblaciones del oeste peninsular, desde Mérida a Astorga. Los almohades, en el siglo X, utilizaron el recinto amurallado como refugio en sus ataques contra los cristianos y en los tres siglos siguientes reconstruyeron y ampliaron las murallas romanas dotándolas de nuevas torres, llamando Hinz Qazris a este núcleo poblacional, construyeron incluso un alcázar. La población estuvo alternativamente en manos árabes y cristianas hasta que fue reconquistada definitivamente en el año 1229 iniciándose entonces la repoblación de la villa por familias nobles procedentes del norte de la península las cuales edificaron, al amparo de la muralla, sus palacios y casas fortaleza.
La reina Isabel la Católica, tras imponerse en la lucha por la sucesión de Enrique IV a su sobrina Juana la Beltraneja, ordenó el derribo de las torres que superasen la altura de los tejados de la nobleza cacereña que mayoritariamente habían apoyado a la Beltraneja, es lo que se conoce como el desmoche de las torres. A partir del siglo XV se construyeron la mayoría de los edificios civiles y religiosos que han llegado hasta nuestros días aunque fueron reformados en el XVI con una arquitectura más acorde a las nuevas tendencias y gustos renacentistas aunque sin perder el estilo austero que caracteriza a Cáceres. La guerra con Portugal, la expulsión de los moriscos, las pestes y epidemias unido a la escasez de recursos económicos hicieron que los siglos XVII y XVIII fueran especialmente duros. En 1790, la Real Audiencia de Extremadura trajo consigo la unidad jurisdiccional de la región, dependiente hasta entonces de Valladolid y Granada. Tiempos más tarde, en el año 1833, Cáceres fue nombrada capital de la Alta Extremadura creándose la Universidad Libre de Enseñanza, más tarde Colegio de Humanidades. El rey Alfonso XII visitó la ciudad, para inaugurar la vía férrea que la une con Valencia de Alcántara, en 1881 y un año después le concede a Cáceres, que hasta entonces había sido villa de realengo, el título de ciudad. El siglo XX, concretamente en el año 1.986, la Unesco la declaró Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Para recorrer Cáceres hay que emplear un tiempo pausado, disfrutando y descubriendo en cada rincón la riqueza que ofrece. La Plaza Mayor puede servir al visitante de antesala para luego adentrarse en el recinto amurallado. Desde ella surge la ciudad extramuros cuando Fernando IV concede a la villa la posibilidad de construir viviendas fuera de las murallas, las denominadas Rondas de la Villa, las primeras casas se situaron junto a la torre de Bujaco y se conservan desde el origen de la plaza, que en el siglo XIII era el lugar destinado para la celebración de ferias y mercados, en ella se instalaron diferentes gremios de comerciantes y artesanos, como pintores, zapateros o sastres, y ello dio lugar, en el siglo XVI, a la construcción de los soportales, siendo cada uno de ellos en sí un centro gremial, el portal del pan, el de la botica, de los plateros, de los escribanos... El actual edificio del Ayuntamiento, de factura neoclásica, es del siglo XIX y se construyó en el solar ocupado por la cárcel de la villa.
El antiguo ayuntamiento se situaba en el actual Foro de los Balbos, entre la torre del Horno, construida por los árabes sobre sillares romanos y que se la conoce por ese nombre porque tuvo un horno adosado a sus muros, y la torre de la Hierba. En las inmediaciones de la plaza se encuentra el palacio de los Roco-Godoy, de estilo renacentista del siglo XVI, luciendo un bello balcón en esquina y junto a él se ubica la iglesia de Santiago de los Caballeros, del siglo XIII aunque con reformas en el XIV, XV y XVI. Cercana a la plaza Mayor se situó a partir de 1478 la Judería Nueva cuya sinagoga se ubicaba en el solar que ahora ocupa el palacio del Marqués de la Isla, construido éste en el siglo XVI. Antes de adentrarse por el arco de la Estrella, construcción barroca del siglo XVIII sobre la llamada Puerta Nueva del siglo XIV delante de la cual Isabel la Católica juro respetar los fueros de la villa, se puede ver la ermita de la Paz que en el siglo XVI era una capilla renacentista dedicada a San Benito y que al reconstruirse en el año 1756 se dedicó a la Virgen de la Paz y a su lado la torre de Bujaco, árabe de finales del siglo XII y construida sobre sillares romanos con tres matacanes, dos laterales y uno en el frontal donde está también el Balcón de los Fueros, añadido en el siglo XVI.
La muralla y una de sus puertas, la llamada de Río, hoy arco del Cristo, son los restos romanos que se encuentran fuera del Museo Arqueológico. Caminar por las callejas de intramuros, sin rumbo preestablecido, llegar a la plaza de Santa María donde se ubica la concatedral de Santa María, iniciada en el siglo XIII y terminada en el XVI en la que se pueden observar una mezcolanza de elementos románicos, góticos y renacentistas; el palacio y torre de Carvajal, construidos ambos a finales del siglo XV; el palacio de Hernando de Ovando del siglo XVI; el palacio Episcopal, su parte más antigua data del siglo XIII cuando se concedió a don Fernando obispo de Coria unas tiendas en la plaza de Santa María para hacer las casas episcopales, aquí se hospedo Felipe II en 1583 en su viaje de regreso después de coronarse rey de Portugal, la parte más moderna del palacio es del siglo XVII; el palacio de Mayoralgo, de origen medieval muy reformado entre los siglo XV y XVI; en dirección hacia la plaza de San Jorge se ubica el palacio de los Golfines de Abajo, construido entre los siglos XV y XVI, es un enorme palacio que se formó por la adhesión de diecisiete casas, aquí se alojaron los Reyes Católicos; en la plaza dedicada al patrón de la ciudad San Jorge se levantaron en el siglo XVIII la iglesia de San Francisco Javier y el convento de la Compañía de Jesús.
La primitiva comunidad judía se asentó en la parte más elevada de la ciudad, a la sombra del que había sido alcázar almohade, donde después del siglo XV y aprovechando su estructura se edificó el palacio de las Veletas que conserva en su interior el aljibe del alcázar; a la iglesia de San Mateo, se le cita por primera vez en un documento del año 1345; el palacio de las Cigüeñas que es el único al que se le respeto la altura de su torre original porque su propietario, Diego de Ovando, apoyó a la reina Isabel; el palacio de la Generala; el arco de Santa Ana; la casa de Aldana; la casa de los Cáceres Nidos se construyó en el siglo XV, es conocida como la casa del Mono porque en el interior hay una figura esculpida de un mono atado con una cadena a la barandilla; la casa de los Moraga; la ermita de San Antonio de 1470, la casa del Águila, la del Sol, de los Ribera... y tantas otras. Se mire donde se mire, en este rincón cacereño se encuentra un motivo donde la admiración da la mano a la curiosidad y a las ganas de dejarse acunar por siglos de historia, arte y cultura. Si se quiere ver la monumentalidad de Cáceres desde un balcón privilegiado que mejor que ir al Santuario de la Virgen de la Montaña, patrona de la ciudad, levantado en el siglo XVIII en la sierra de la Mosca a unos 600 metros de altitud, y que guarda una talla de la Virgen del siglo XVII.
Cáceres celebra sus fiestas patronales en honor a San Jorge el 23 de abril. A la patrona de la ciudad, Nuestra Señora de la Montaña se la festeja el primer domingo de mayo, pero unos días antes la Virgen es bajada por los cacereños en romería desde su santuario y recibida en la Plaza Mayor por el alcalde que le hace entrega del bastón de mando, luego es la concatedral la que la albergará por espacio de nueve días. El domingo más próximo al 20 de enero tiene lugar en el Paseo Alto la popular romería de los Santos Mártires San Fabián y San Sebastián. Además a lo largo del año se realizan numerosos eventos culturales.
En mayo se celebra en Cáceres, entre el 28 y el 30 y desde 1896, la Feria de mayo o feria grande. Otra tradición que año tras año acontece en la ciudad es la quema, la víspera de San Jorge en la Plaza Mayor, del temible dragón y luego a partir de las 12 de la noche la gente participa en el juego "Encuentra la gallina", dos gallinas de fieltro se esconden en la zona intramuros, y quien las encuentra se lleva un premio en metálico. Todo esto está relacionado con la leyenda de la Mora y con la batalla de San Jorge y el dragón.
Dentro del término municipal de Cáceres hay dos Espacios Naturales Protegidos, los Llanos de Cáceres-Sierra de Fuentes y la Sierra de San Pedro, y cercano a Cáceres se haya el Parque Nacional de Monfragüe, nombrado recientemente Reserva Natural de la Biosfera. Anualmente se celebra la Carrera de Montaña Sierra de la Mosca, puntuable para la Copa Extremadura de Carreras por Montaña. Consta de tres pruebas: una de 30 km, otra de 18 km y una ruta senderista guiada.
Se cuentan muchas leyendas en Cáceres, una de ellas habla de cómo el rey leones Alfonso IX conquistó la ciudad. Siendo un bastión musulmán inexpugnable por sus murallas, torres albarranas y corredores, las huestes del rey cristiano la sitiaron pensando que con ello les obligarían a rendirse, pero el cerco se prolongaba demasiado y esto no ocurría, entonces Alfonso IX mandó un grupo de soldados con un apuesto capitán al frente para dar un ultimátum al Caid del Alcázar, dicho capitán despertó los amores de la princesa que a escondidas mandó a una sirvienta para que por las noches, por un pasadizo secreto trajera al capitán cristiano hasta sus aposentos. El joven guerrero fingió estar enamorado de la princesa y consiguió que ésta le diera las llaves del pasadizo para que accediera a verla cuando quisiera cosa que el gallardo capitán aprovechó y contándoselo al rey organizaron el asalto, éste aconteció la víspera del día de San Jorge. El Caid oyó de boca de su hija el terrible hecho y sintiéndose traicionado, lo mismo que su pueblo, y antes de morir en la batalla, la maldijo y la convirtió en gallina y a sus sirvientas en polluelos condenándolas a vivir eternamente en alguna galería secreta de los subterráneos de la ciudad. Y se dice que la princesa retorna a su forma humana y sale de su cárcel al sonar la primera campanada de las doce de la noche de la víspera de San Jorge y acompañada de los doce polluelos de plumas de oro, vaga triste por las calles de Cáceres para luego volver a su encantamiento hasta el año siguiente. Y corre el rumor que si algún vecino se topase con alguno de los polluelos y lo tomase para sí, tendría riqueza y fortuna el resto de su vida.
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Cáceres se comunica por la A-66, antigua calzada romana de la Plata, con Hervás, Plasencia por un lado y con Mérida, Almendralejo, Zafra, Fuente de Cantos y Monesterio por el otro. A través de la A-58 conecta, pasando por Trujillo, con la A-5 y con Madrid y con la capital lusitana, enlazando con Badajoz o Mérida. Se comunica también con Portugal, a través de Valencia de Alcántara, por la N-521. Desde Ciudad Real se accede siguiendo la N-430, por Fuenlabrada de los Montes, en dirección a Don Benito y Mérida.
Cáceres cuenta con servicio de autobuses de líneas regulares que la comunican con los pueblos cercanos y otras de larga trayecto que además de unirla con Madrid la enlazan con diversas capitales de provincia. La estación de autobuses se ubica en la c/ Túnez s/n y el número de teléfono para ampliar información es el 927 232 550.
La estación de tren de Cáceres se sitúa en la avda. Juan Pablo II, 6 y el número de teléfono es el 927 235 061. Entre otros servicios ferroviarios por aquí pasa el tren que une Madrid con Lisboa.
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