Se alza en la parte alta del pueblo medieval de Ujué, en la zona este de Navarra, en la sierra de Ujué. Su origen data del siglo IX cuando Iñigo Arista mandó levantar un templo junto a la fortaleza que este rey mandó construir. Esta primera iglesia prerrománica se derribó para erigir, en el siglo XI, bajo los auspicios del rey Sancho Ramírez, un nuevo edificio románico. En el siglo XIV, Carlos II el Malo ordenó derribar parte de las naves románicas para construir una sola gótica, se construyó también el coro, el sotocoro, las torres almenadas y las portadas al igual que se rodeó la iglesia con paseos de ronda y murallas. Todo ello le dio al conjunto el aspecto de fortaleza que a día de hoy todavía presenta. La Iglesia fortaleza de Santa María de Ujué fue durante toda la Edad Media uno de los principales centros navarros de culto a la Virgen.
De la época románica de la iglesia de Santa María de Ujué se conservan los tres ábsides de semitambor, el primer cuerpo de la torre grande, los vanos de las campanas grandes con sus columnas y una preciosa talla de la Virgen, de finales del siglo XII, chapada en plata en tiempos de Carlos II, que preside el ábside central del santuario. A los pies del templo, el coro, las sillerías y el facistol rememoran cuando aquí se reunían, para sus cantos, numerosos clérigos, ya que Uxue fue un priorato de gran relevancia desde el siglo XI hasta el XIX. Rodeando la iglesia, el cubierto paseo de ronda va dejando ver la belleza que celosamente guarda. Bajo la torre pequeña una ventana deja ver perfectamente encuadrada la ciudad de Olite, no hay que olvidar que en los siglos XIV y XV ambas localidades mantenían una estrecha relación. Enseguida se llega al mirador con balconada gótica y techo de madera que se conserva desde el siglo XIV. Continuando aparece un gran pórtico gótico, igualmente cubierto, que acoge la portada norte de la iglesia que es algo más sencilla que la sur, la principal, obra maestra del gótico. Frente a la portada norte a través de unos arcos se accede a la explanada llamada el Castillazo, es el lugar donde en el siglo IX Iñigo Arista mandó construir una fortaleza defensiva. En la zona sur, el paseo se transforma en una galería abierta desde donde se puede disfrutar de una bella y amplia panorámica de la ribera de Navarra.
Continuando por el paseo de ronda, en un muro, se ve un calvario del año 1.616 y a sus pies bajo el suelo existe una cripta osario a la que se accede levantando una losa del suelo, y por fin se llega a la zona en la que un muro protege una verdadera joya, el exterior de los tres ábsides románicos. Entre el muro y la fachada de los ábsides había diferentes edificios, hospital de peregrinos, casa del vicario... de los que en el muro se pueden ver cuatro ventanas geminadas. El templo tiene dos torreones, uno más alto que guarda restos del románico y acoge las campanas grandes y otro más bajo y robusto que se construyó con la ampliación gótica del siglo XIV. Desde las zonas altas, que también se pueden visitar, se pueden ver las bóvedas del templo por arriba, así como desde una terracita del tejado se ve la bonita puerta románica que se colocó en el siglo XIV a modo de ventana en el torreón mayor y desde el mismo sitio también los capiteles y arquivoltas románicas del exterior del campanario. Enfrente de la portada sur del santuario se erige la casa abacial o palacio de Carlos II, con una impresionante fachada y un conjunto de ménsulas de piedra que sujetan dos grandes balconadas. La iglesia fortaleza de Santa María de Ujué fue declarada Monumento Nacional en 1.936.
En el ábside central de la iglesia, cerca de la imagen de la Virgen, en un nicho detrás de una reja, hay una vasija de cristal situada encima de una caja de madera policromada, esta vasija contiene el corazón de Carlos II el Malo que murió en el año 1.386 y quiso que el cuerpo lo enterraran en la catedral de Pamplona, las vísceras en Roncesvalles y que su corazón lo llevaran a descansar cerca de su adorada Virgen en Ujué.
Cuando la corona de Castilla conquistó Navarra, el cardenal Cisneros ordenó derribar la fortaleza de Ujué; la iglesia de Santa María con sus dos torres almenadas y la casa parroquial o palacio de Carlos II se salvaron del derribo siendo lo único que se conserva en la actualidad tal y como estaban antes de la conquista. El resto de edificaciones sí que quedaron desmochadas.
En el muro derecho del coro se han recuperado unas pinturas murales del siglo XIV con una curiosa simbología. En una de estas pinturas se puede apreciar un tema conocido como el encuentro de "los tres vivos con los tres muertos", escena muy extendida por Europa que hace referencia a la peste negra y la muerte y en cuyo relato del siglo XIII se cuenta que un día salieron de caza tres caballeros y se topan en su camino con tres cadáveres que se acercan a ellos y con voz de ultratumba les vaticinan: "Nosotros fuimos como vosotros sois, vosotros seréis como nosotros somos".
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El acceso a Ujué lo encontraremos en la carretera NA-5311 que une San Martín de Unx con Murillo del Fruto, localidad cercana a Carcastillo y Santacara en el sur de Navarra. También cuenta con servicio de autobús que diariamente realiza el servicio y le comunica con Pamplona, Olite, Tafalla y distintos pueblos de la ruta. Las estaciones de tren más cercanas a Ujué son las de Tafalla y Olite.
En la misma localidad de Ujué dispondremos de diversas zonas habilitadas como aparcamientos, desde las que nos dirigiremos a la parte más elevada de la localidad donde nos espera la Iglesia fortaleza de Santa María de Ujué.
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