Escapada por Aranda de Duero y sus monumentos

Qué ver en Aranda de Duero

Bañada por las incansables aguas del río Duero, rodeada del inconfundible paisaje de la meseta castellana, Aranda de Duero acuña el carácter que le aporta su destacable historia. Su estratégica ubicación hizo de Aranda de Duero, desde tiempos inmemorables, paso obligado de las principales vías de comunicación de la península, como por ejemplo la importante Cañada Real Segoviana. Pero esta noble villa además de su gran patrimonio histórico artístico posee los encantos que le otorgan su famosa y arraigada gastronomía, a la que se suman los ricos caldos de la Denominación de Origen Ribera del Duero que aquí se producen.

Propuesta de itinerario para visitar Aranda de Duero

Siguiendo esta Escapada por Aranda de Duero y sus monumentos nos podremos sumergir en su esencia mientras visitamos sus monumentos y recorremos las calles del casco histórico. Monumentos, iglesias, palacios y edificaciones medievales que son un auténtico viaje en el tiempo y en la historia de Aranda de Duero. Una villa que vivió en primera persona importantes acontecimientos de la historia de la Corona de Castilla, que tiene el honor de contar con el mapa urbano más antiguo de toda España y que hoy en día es, entre otras cosas, el punto neurálgico de la Ruta del Vino Ribera del Duero. Quien visita Aranda de Duero se sorprende sin lugar a dudas con su patrimonio arquitectónico, degustando su típico lechazo asado o la morcilla de Aranda, productos que también forman parte de la seña de identidad de esta villa castellana y que junto a sus otros encantos hacen de nuestra visita una experiencia imborrable.

Plaza Mayor

Enclavada en el mismo corazón de Aranda de Duero, la Plaza Mayor debe su curiosa forma al crecimiento arquitectónico que sufrió la villa a lo largo de su historia. Testigo mudo del discurrir de los arandinos que en ella se congregaban fue también escenario de torneos medievales, diferentes festejos e incontables hechos históricos. Construida en un principio extramuros la también llamada Plaza Nueva ya incluida dentro del entramado defensivo de Aranda de Duero nos ofrece un magnifico punto de partida para nuestra escapada por Aranda y sus monumentos. Los típicos soportales han sido y son testigos de los bulliciosos mercados que aquí se han dado desde épocas pasadas. Edificios como la Torre del Duero más conocido como la Casa del Corregidor, sede del ayuntamiento desde del siglo XVI, o la Casa de la Tertulia aportan, junto a los soportales, todo su carácter a esta concurrida Plaza Mayor de Aranda de Duero.

Puente de las Tenerías

Nos despedimos de la Plaza Mayor de Aranda de Duero para encontrarnos con el hidalgo río Duero, uno de los tres ríos que bañan esta villa, marcando también su historia y su devenir. Pasear por su ribera nos llevará hasta las desembocaduras del Arandilla y el Bañuelos. Y es en este último donde nos aguarda el Puente de las Tenerías, una construcción de la que se desconoce su origen exacto pero que conserva, al igual que el Puente de Conchuela, su estructura original, sin que ésta se viera afectada por modificaciones posteriores. Siendo una de las puertas de entrada tradicionales a la villa de Aranda desde él se puede disfrutar de una bella estampa acunados por el habitualmente tranquilo discurrir del río Bañuelos, mientras reponemos las energías gastadas a lo largo de nuestro paseo siguiendo la ribera del río Duero.

Iglesia de San Juan

Seguimos nuestra visita a la villa de Aranda de Duero remontando el promontorio sobre el que se sitúa nuestra siguiente parada. La iglesia de San Juan Bautista, del siglo XIV, es el templo más antiguo de cuantos encontraremos en nuestro recorrido, acogiendo hoy en día el Museo de Arte Sacro de la ciudad. Tomando como punto de partida su imponente torre campanario, algo más antigua que la propia iglesia y muy probablemente parte de la primera muralla defensiva de la villa, se erigió este templo. Un templo que fue escenario de importantes hechos históricos en el devenir de Castilla y que pese un interesante patrimonio arquitectónico y cultural, muestra de ello es la capilla de las Calderonas y su imponente retablo neoclásico, sin olvidarnos de su portada gótica y las nueve arquivoltas que la jalonan. Tampoco podemos dejar de asomarnos al Balcón de San Juan desde donde contemplaremos unas magníficas vistas del Puente Conchuela y su entorno, ni acercarnos a la cercana Casa de las Bolas.

Colegiata de Santa María la Real

Por delante nos aguarda un corto paseo hasta una de las joyas arquitectónicas más importantes de Aranda de Duero y más representativas del gótico Isabelino. Levantada entre los siglos XV y XVI pronto nos sorprende su espectacular portada, cuyo conjunto se encuentra coronado por una singular crestería. Emblema de la villa, la fachada invita a disfrutar de ella con calma, deteniéndonos en cada detalle y escena que en ella se representa. Una vez en su interior seguiremos sorprendiéndonos con la regia estampa de esta iglesia que junto a su patrimonio artístico nos hace pensar que estamos en una auténtica catedral. El retablo mayor, el cual sustituye al que inicialmente existía y que fue pasto de las llamas, el impresionante púlpito realizado en madera de nogal o la escalera de caracol que da acceso al coro, son parte de la historia de esta iglesia cuyo esplendor se ve claramente reflejado en ellas. Tallas como la del Cristo Yaciente o los retablos que coronan las diferentes capillas con que cuenta también forman parte de las joyas que nos iremos encontrando en esta visita a la Colegiata de Santa María la Real.

Plaza del Trigo

La Escapada por Aranda de Duero y sus monumentos nos conduce a través de las calles de la villa acercándonos hasta lugares tan emblemáticos como la Plaza del Trigo, la cual precede la Calle Isilla, punto neurálgico de la ciudad y de su casco histórico tanto en la antigüedad como actualmente. Y es que la coqueta Plaza del Trigo albergaba bulliciosos mercados en los que los comerciantes vendían sus cereales y productos protegidos por los típicos soportales que junto a los vetustos edificios componen la plaza. Pero las auténticas joyas de esta parte de Aranda de Duero se esconden, como si de un tesoro se tratase, bajo tierra. Es allí donde podremos encontrarnos con algo más de 7 Km de galerías que acogen las aproximadamente 120 bodegas subterráneas con que cuenta la ciudad. Datadas en la Edad Media en la actualidad son varias las que nos brindan la oportunidad de visitarlas y sumergirnos en la cultura del vino de Ribera del Duero.

Plaza del Rollo y Palacio de los Berdugo

Dejamos a un lado por el momento la Calle Isilla para acercarnos hasta otro de los lugares históricos con que cuenta Aranda del Duero. Un rincón con encanto en el que nos aguarda el antiguo rollo judicial o picota, de estilo gótico, que junto al Palacio de los Berdugo dan esplendor a la plaza que los acoge. De estilo renacentista la cuidada casona del siglo XV, el Palacio de los Berdugo, cuenta en su interior, entre otras joyas, con el porticado patio que da vida a las diferentes regias estancias con que cuenta el palacio. Estancias que según se cuenta pisaron personajes tan ilustres como el mismísimo Napoleón cuya cama aún se conserva en el palacio. Ambas tesoros del patrimonio histórico-artístico con que cuenta Aranda de Duero comparten ubicación aunque no fue hasta mediados del siglo XX cuando se asentó aquí el fornido rollo jurisdiccional procedente de su antiguo emplazamiento en la Plaza Mayor donde en la Edad Media ejercía su función.

Jardines de Don Diego

Regresamos a la Calle Isilla para recorrerla como un arandino más dejándonos llevar hasta nuestro siguiente destino en esta Escapada por Aranda de Duero y sus monumentos. La antigua Plaza de la Resina acoge hoy en día los jardines en honor a Don Diego, ilustre personaje de la historia más actual de la villa. Fuera ya de los lugares más representativos de la historia de Aranda de Duero y sus gentes, esta moderna plaza fue en otra época paso obligado del ganado y los pastores que seguían el curso de la Cañada Real Segoviana, además de ser el lugar donde se celebraban los mercados de la madera y ganado. Desde este emblemático lugar ya solo nos resta volver a adentrarnos en el casco histórico de la villa para poner rumbo de nuevo a la cercana Plaza Mayor donde finalmente pondremos punto y seguido a esta ruta que nos ha llevado a través de la historia, los monumentos y los rincones de Aranda de Duero.

Mapa de la ruta

Este mapa es un croquis hecho como ejemplo de la ruta, en ningún caso representa el mejor o el único itinerario a seguir. En su desarrollo no se han tenido en cuenta las normas vigentes de circulación o el estado de los lugares por donde pasa y que pudieran afectar a su trazado.